¿Cuántos presidentes ha tenido la democracia española?

Árbol de la familia real española

Con un estancamiento político tras un periodo de escándalos e intentos de secesión, España cae en el rango medio-alto (puesto 16) respecto a la calidad de la democracia. Su puntuación en esta medida ha mejorado en 0,3 puntos con respecto a 2014.

El Tribunal Supremo declaró a nueve líderes separatistas catalanes culpables de sedición, condenándolos a entre nueve y 13 años de prisión. No podrán ejercer cargos públicos durante distintos periodos de tiempo. La gran población de expatriados tiene dificultades para votar debido a los complicados procedimientos. El mercado de los medios de comunicación está dominado por sólo tres grupos mediáticos, y la preocupación por la información falsa va en aumento.

Los partidos reciben financiación pública y privada. Los miembros de la Oficina de Auditoría que supervisa el gasto son nombrados por los propios partidos. En general se respetan los derechos civiles y las libertades políticas. Las leyes contra la discriminación son estrictas, y la discriminación explícita es poco frecuente, aunque el auge del movimiento populista Vox ha dado lugar a una retórica más fuerte en materia de inmigración y grupos minoritarios.

La monarquía española

El sábado (16 de octubre), Sánchez comenzó con un mensaje de unidad del partido reuniendo a los dos ex presidentes socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González. Este último ha criticado con frecuencia las decisiones de Sánchez, pero finalmente dio su bendición.

Sánchez elogió a su partido como el principal partido “ecologista y feminista” de España, pero también lamentó la falta de partidos verdes fuertes en España. “Muchos especulan sobre por qué los partidos verdes no ganan fuerza en España. No es porque haya menos conciencia medioambiental. Los españoles somos gente comprometida. La razón es la misma que con el feminismo: es porque ya hay un partido ecologista y feminista, y se llama Partido Socialista Obrero Español”, destacó.

Por último, intervinieron en línea los primeros ministros de los países nórdicos, Portugal, la neozelandesa Jacinda Ardern, el brasileño Lula da Silva, el italiano Enrico Letta y Olaf Scholz, que será el próximo canciller alemán.

El discurso de Scholz fue muy bien recibido, y señaló que “nuestro futuro común es una Unión Europea fuerte y unida. No somos sólo una comunidad de 27 países”. También confirmó su apoyo a Sánchez y al ascenso de los socialdemócratas: “Trabajemos juntos por una Europa solidaria que mejore la vida de las personas”.

Los reyes españoles

Según los estudiosos, el proceso de democratización comenzó tras la muerte del dictador Francisco Franco, en noviembre de 1975[1] Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la fecha exacta en que se completó la transición:[2] algunos dicen que terminó tras las elecciones generales de 1977, mientras que otros lo sitúan más tarde, cuando se aprobó la Constitución de 1978. Otros sugieren que terminó con el fracaso del intento de golpe de Estado de 1981. A más tardar, se dice que la Transición terminó con el primer traspaso pacífico del poder ejecutivo, tras la victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones generales de 1982.

Aunque a menudo se cita como paradigma de transición pacífica y negociada, la violencia política durante la transición española fue mucho más frecuente que durante los procesos de democratización análogos en Grecia o Portugal, con la aparición de grupos terroristas separatistas, revolucionarios, fascistas y justicieros[3].

El general Francisco Franco llegó al poder en 1939, tras la Guerra Civil española (1936-1939), y gobernó como dictador hasta su muerte en 1975. En 1969, designó al Príncipe Juan Carlos, nieto del último rey de España, Alfonso XIII, como su sucesor oficial. Durante los seis años siguientes, el Príncipe Juan Carlos permaneció inicialmente en un segundo plano en sus apariciones públicas y parecía dispuesto a seguir los pasos de Franco. Sin embargo, una vez en el poder como Rey de España, facilitó el desarrollo de una monarquía constitucional como su padre, Don Juan de Borbón, había defendido desde 1946.

Primera República Española

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Durante la década de 1970, España y Portugal realizaron la transición política del corporativismo a la democracia. A menudo se considera a España como el caso paradigmático del modelo de transición a la democracia. Si la experiencia de España fue el caso generalizable para la transición a la democracia, ¿no sería el camino de Portugal hacia la democracia similar debido a las similitudes de las dos naciones? Ambos países tenían en común el entorno geográfico, la historia, la religión y las dictaduras corporativistas. Sin embargo, factores notablemente diferentes provocaron los cambios políticos, produciendo estructuras gubernamentales y sociales diferentes en cada sociedad. España y Portugal pueden tener similitudes, pero estos factores empañan los procesos tan diferentes que se produjeron en la transición a la democracia de cada país, dando la apariencia de correlación cuando en realidad hay poca. ¿Puede desarrollarse un modelo significativo en torno a la experiencia de España si el país con el que más se parece siguió un camino muy diferente? Si la transición española fue muy diferente a la de Portugal, ¿cómo puede aplicarse su experiencia a países con los que tiene aún menos en común? ¿O es mejor limitarse a comparar dos o más estudios de caso sin intentar idear algún tipo de similitud forzada mediante un modelo?