¿Cuáles son las estructuras del Estado argentino?

La etnia argentina

La política de Argentina se desarrolla en el marco de lo que la Constitución define como una república democrática representativa presidencial federal, en la que el Presidente de Argentina es a la vez Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. El poder legislativo recae en las dos cámaras del Congreso Nacional Argentino. El Poder Judicial es independiente del Ejecutivo y del Legislativo. Las elecciones se celebran regularmente en un sistema multipartidista.

En el siglo XX, Argentina experimentó una importante agitación política y retrocesos democráticos[1][2]. Entre 1930 y 1976, las fuerzas armadas derrocaron seis gobiernos en Argentina;[2] y el país alternó periodos de democracia (1912-1930, 1946-1955 y 1973-1976) con periodos de democracia restringida y gobierno militar. [Tras una transición iniciada en 1983,[3] se restableció la democracia a gran escala en Argentina[1][2], que se mantuvo durante la crisis de 2001-2002 y hasta la actualidad, y se considera más sólida que la de sus predecesores antes de 1983 y que la de otras democracias de América Latina[2].

Argentina

La mayoría de las sociedades latinoamericanas han estado marcadas por el subdesarrollo y las grandes desigualdades. Sin embargo, a mediados del siglo XX, la sociedad argentina parecía ilustrar una alternativa: alta urbanización, pleno empleo, sanidad y educación universales, industrialización intermedia avanzada y una extensa clase media; una sociedad relativamente integrada, con desigualdades moderadas y mucha movilidad social.

Pero esta sociedad cambió drásticamente, teniendo que abandonar su anhelado futuro de progreso. En efecto, sobre todo a finales del siglo XX, en el contexto de las reformas estructurales neoliberales, la sociedad argentina no pudo evitar la trampa del subdesarrollo: la liberalización económica, la apertura comercial y la flexibilización financiera dieron lugar a la inestabilidad, el aumento del desempleo, la pobreza y la marginalidad social, con el deterioro de la salud pública, la educación y la protección social.

Estos procesos produjeron una sociedad marcada por profundas desigualdades, conflictos internos y malestar social, un ciclo que produjo la crisis económica, social y política de 2001-2, la más profunda de la historia moderna de Argentina.

Idioma de Argentina

Representativo, republicano y federal. Se divide en provincias, que a su vez se dividen en departamentos o partidos (municipios). Estos últimos son administrados por gobiernos municipales. “Cada provincia establecerá su propia constitución, de acuerdo con el artículo 5, previendo la autonomía municipal y regulando su alcance y contenido dentro del orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.” (Constitución Nacional. Segunda Parte. Autoridades de la Nación. Título II. Art. 123).

Los municipios están conformados por un departamento ejecutivo, presidido por un Intendente municipal, y un concejo deliberante, integrado por concejales. El país está dividido en 2.247 municipios. www.indec.mecon.ar. Consultado en noviembre de 2008.

El sistema municipal argentino se caracteriza por su diversidad. La Constitución Nacional prevalece sobre todas las demás leyes, y las constituciones municipales deben remitirse a ella. Cada provincia se rige por su propia constitución, de acuerdo con el artículo 5, “previendo la autonomía municipal y regulando su alcance y contenido dentro del orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”. (Constitución Nacional. Segunda Parte. Autoridades de la Nación. Título II. Art. 123).

La situación política de Argentina

ResumenExamino la contribución de las rupturas institucionales al desarrollo a largo plazo, basándome en la singularidad de Argentina, que pasó de ser un país rico en vísperas de la Primera Guerra Mundial a uno subdesarrollado en la actualidad. La estrategia empírica se basa en la construcción de un escenario contrafactual para examinar la trayectoria del desarrollo a largo plazo de Argentina en ausencia de rupturas, asumiendo que seguiría las tendencias institucionales de países en etapas paralelas de desarrollo. Basándome en la amplia bibliografía histórica de Argentina, he identificado los quiebres institucionales y los he codificado para el período 1850-2012. Las estimaciones sintéticas de control y de diferencia en diferencias sugieren aquí que, en ausencia de rupturas institucionales, Argentina habría evitado en gran medida el declive y se habría unido a las filas de los países ricos con un nivel de ingresos similar al de Nueva Zelanda.

ResultadosEn esta sección se analizan los efectos condicionales de las instituciones políticas de jure y de facto sobre el desarrollo a largo plazo, seguidos de un análisis de las estimaciones sintéticas contrafactuales.Resultados de referenciaEn la Tabla 3 se presentan en profundidad los efectos de las instituciones políticas de jure y de facto sobre el desarrollo a largo plazo. Los resultados destacan claramente la importancia fundamental de las instituciones políticas de jure y de facto en la configuración de las trayectorias de desarrollo a largo plazo. Las columnas (1) a (4) muestran la evidencia utilizando la muestra completa. En la columna (1), las estimaciones puntuales sugieren que una mejora de un punto básico en el índice latente de las instituciones políticas de jure se asocia con un aumento del 2,6 por ciento en la renta per cápita, mientras que la misma mejora en el índice institucional de facto se asocia con un aumento del 2,2 por ciento en la renta per cápita. Las instituciones políticas de jure y de facto explican hasta el 73 por ciento de las diferencias de renta per cápita entre países y dentro de un mismo país.Cuadro 3 Efectos condicionales de las instituciones políticas de jure y de facto sobre el desarrollo a largo plazo, 1850-2012Tabla de tamaño completo