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El pago de la deuda es siempre el mejor rendimiento garantizado. El interés que se ahorra al pagar la deuda más rápido está esencialmente libre de riesgo. Así que la respuesta aburrida a “cómo debería invertir 1.000 dólares” es siempre “paga primero tu deuda”. Incluso si no tienes deudas, hay un fuerte argumento de finanzas personales para guardar los 1.000 dólares en un fondo de emergencia por medio de una cuenta de ahorros de mayor rendimiento, porque esto reducirá tu probabilidad de contraer deudas en el futuro.
En la vida real, sin embargo, hay muchas situaciones en las que se acaba invirtiendo mientras se tiene una deuda. Estas situaciones se basan a menudo en decisiones racionales, como aprovechar las aportaciones del empleador en una cuenta de jubilación o ahorrar para un gasto futuro inevitable, como la educación de un hijo.
Para la inmensa mayoría de los inversores que quieren poner 1.000 dólares a trabajar, la mejor inversión tiene que ser sencilla, de bajo riesgo y barata con respecto a las comisiones. Si queremos una rentabilidad decente, hay que reducir el riesgo mediante la diversificación de la inversión. Y la mejor opción para ello son los fondos con comisiones bajas o nulas.
Esta pequeña corrección significa que al dividir el rendimiento mensual del alquiler hay una pequeña parte que no se recibe en el momento sino que se queda en la plataforma y se reparte cuando se produce la venta del inmueble.
Invirtiendo al menos 1.000 euros en cada oportunidad, obtendrías prácticamente todo el rendimiento mensual desde el primer momento y el efecto de redondeo, en términos porcentuales, sobre el rendimiento neto del alquiler anual sería escaso o prácticamente nulo.
En este tipo de oportunidades, cada una de ellas tiene rendimientos diferentes y el redondeo depende de estos rendimientos, lo que significa que una cantidad concreta puede verse afectada en mayor o menor medida por las cifras que aparecen en la tabla.
Al dividir los rendimientos mensuales, es necesario practicar un redondeo a la baja para proceder a los pagos. La razón de actuar así es que las propias entidades financieras, no permiten transferencias de más de dos decimales.
En cualquier caso, como ya hemos explicado, las cantidades que no se reparten no se pierden, sino que permanecen en el proyecto y se repartirán como intereses en proporción al capital invertido una vez finalizada la oportunidad.
Siempre es emocionante saber que tenemos un poco de dinero extra en nuestra cuenta, sea cual sea la cantidad, es una cantidad a nuestro favor de la que podemos disponer libremente y debemos estar atentos si queremos aprovecharla. Las decisiones que tomemos en este sentido afectarán a la evolución de nuestro dinero y de ello dependerá que dé sus frutos o no en el futuro..
Una de las mejores decisiones que podemos tomar en relación a nuestro dinero es ¡INVERTIRLO!, ya que toda inversión bien hecha supondrá un incremento beneficioso para nuestro capital. El problema surge cuando nos preguntamos ¿Cómo podemos hacer una inversión de forma inteligente? ¿En qué debemos invertir? ¿Qué factores debemos tener en cuenta para saber si es una buena inversión? Entre otras dudas. Por eso hoy, hablaremos más sobre este tema para ayudarte a tomar buenas decisiones.
Empezaremos imaginando que tenemos 1000 euros, que hemos ahorrado o que hemos ganado. Esta cantidad ya es parte de una suma interesante para hacer una buena inversión, Sin embargo, probablemente para los intermediarios financieros que sólo trabajan con sumas muy grandes de dinero, 1000 euros no son tan atractivos para poder obtener una comisión representativa.