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Parque triangular de investigación
Un parque científico (también llamado “parque de investigación universitario”, “parque tecnológico”, “tecnoparque”, “tecnopolo” o “parque científico y tecnológico” (PCT)) se define como un desarrollo basado en la propiedad que alberga y fomenta el crecimiento de empresas inquilinas y que está afiliado a una universidad (o a un gobierno y a organismos de investigación privados) en función de la proximidad, la propiedad y/o la gobernanza[1]. También se considera que los parques científicos contribuyen al desarrollo económico nacional, estimulando la formación de nuevas empresas de alta tecnología, atrayendo la inversión extranjera y promoviendo las exportaciones[2].
El primer parque de investigación universitario del mundo, el Stanford Research Park, se puso en marcha en 1951 como una empresa cooperativa entre la Universidad de Stanford y la ciudad de Palo Alto[3] Otro de los primeros parques de investigación universitarios fue el Research Triangle Park de Carolina del Norte, que se puso en marcha en 1959. En 1969, Pierre Laffitte fundó el Parque Científico de Sophia Antipolis en Francia. Laffitte había viajado mucho y desarrolló una teoría de “fertilización cruzada” en la que los individuos podían beneficiarse mutuamente del intercambio de pensamientos en muchos campos, como la cultura, la ciencia y las artes.
Parque científico de Singapur
ResumenUna forma lógica de evaluar el rendimiento de los Parques Científicos es comparar el rendimiento de sus empresas con el de otras similares no ubicadas en ellos. Se encuestó a un total de 273 empresas de base tecnológica (EBT), de las cuales 134 estaban en un Parque Científico y 139 no estaban en él. Hubo diferencias significativas en las medias de las dimensiones estratégicas entre las empresas ubicadas en un parque y las que no lo estaban. Se puede observar que las BNT que se encontraban en Parques Científicos mostraron un énfasis significativamente mayor en las características de la empresa como la capacidad de innovación, la orientación a la competencia y al mercado, el crecimiento de las ventas y del empleo, los altos beneficios, etc. Las diferencias indican una ligera ventaja para las empresas de los Parques Científicos. La muestra de los parques científicos señaló que la proximidad a otras empresas era más importante que la muestra de los parques científicos a la hora de elegir su ubicación. Sin embargo, estas diferencias no muestran ningún patrón claro, lo que dificulta la comprensión de si las BNT que se ubican en los Parques Científicos buscan sistemáticamente algo diferente en su ubicación.
Parque científico de Ámsterdam
Sesenta años después de la creación del primer parque científico en la Universidad de Stanford, los Parques Científicos y Tecnológicos (PCT) han alcanzado una difusión mundial. Numerosos trabajos han analizado el papel de los parques en la promoción de las nuevas empresas de base tecnológica (NEBT) y su impacto en los resultados de las empresas, llegando a menudo a conclusiones opuestas.
En este trabajo analizamos de forma exhaustiva la literatura sobre los PNT, haciendo hincapié en el papel que desempeñan los parques en el apoyo a las actividades de I+D tanto en los organismos públicos de investigación como en las empresas, evaluando, según la literatura, el valor añadido de una ubicación en el parque. Por último, discutimos los límites de la literatura y ofrecemos sugerencias para futuras investigaciones.
Parque científico de Cambridge
“La innovación se considera un vehículo clave para el desarrollo y el crecimiento de la sociedad. Surge como una necesidad, no sólo para las organizaciones privadas, sino también para los organismos públicos y las universidades. Aunque cada una de estas organizaciones tiene sus propias iniciativas innovadoras, se ha demostrado que los esfuerzos combinados de las tres generan mejores resultados, en un modelo conocido como la triple hélice (universidad, gobierno, empresa).
Para promover la innovación y la transferencia de tecnología, a mediados del siglo XX surgió la figura de los “parques científicos y tecnológicos”, tanto a nivel nacional como mundial. Por ejemplo, España cuenta en la actualidad con un total de aproximadamente 60 parques, repartidos mayoritariamente entre Cataluña (12), Andalucía (10), País Vasco (6), Valencia (6) y Madrid (5), según la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE). Desde su creación, estos parques han recibido muchas denominaciones, desde “parque tecnológico”, “tecnópolis”, “parque de investigación” y “parque científico”, todas ellas englobadas bajo las siglas “STP” (science and technology park) según la Asociación Internacional de Parques Científicos y Tecnológicos y Áreas de Innovación (IASP).