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WEIMA trituración y briqueteado
La subasta, realizada el 22 de octubre, asignó 10.186 MWh/día de contratos de energía a un precio medio ponderado de 0,027 $ kWh (95,65 $ kWh), aproximadamente un 34% más bajo que los precios actuales del mercado de contratos bilaterales de energía. Los contratos fueron adjudicados a 8 proyectos de generación (5 eólicos y 3 solares) de 7 empresas. Estos contratos asegurarán la compra de energía a largo plazo a 22 empresas minoristas que participaron en el proceso.
Los resultados de la subasta son un hito para el país en su objetivo de diversificar su matriz energética a través de la incorporación de fuentes de Energía Renovable No Convencional (ERNC). Los proyectos asignados en las subastas, más los actuales proyectos de ERNC en construcción, permitirán a Colombia alcanzar una capacidad de generación de 2.250 MW con este tipo de energía, superando ampliamente la meta fijada por el Gobierno de aumentar la capacidad de generación de ERNC de menos de 30 MW en 2018 a 1.500 MW en 2022.
La subasta del 22 de octubre fue la tercera subasta de energía realizada en Colombia en 2019. La primera subasta, realizada el 26 de febrero, se enfocó en contratos de largo plazo para aumentar la generación que cumplieran con criterios relacionados con la diversificación de la matriz de generación, la reducción de emisiones de CO2 y la complementariedad regional, sin embargo no se cumplieron las condiciones de competencia económica establecidas por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y la subasta quedó sin adjudicar.
WEIMA WLK 4 triturando residuos de plástico para Maderplast en
En Colombia, como en gran parte del mundo, se está gestando una crisis energética. Aunque el gobierno y los inversores extranjeros se han sumado al frenesí de las energías renovables, deben actuar con rapidez para conducir al país a través de un esfuerzo de transición energética que sobreviva a la actual administración.
El Presidente Iván Duque presentó ambiciosos objetivos medioambientales en la COP26 a principios de este mes en Glasgow, Escocia. Entre ellos, se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 51% para 2030, lograr la neutralidad del carbono para 2050, alcanzar la deforestación cero para 2030, plantar 180 millones de árboles para agosto de 2022 y capacitar a las comunidades locales para proteger sus territorios.
Los críticos afirman que Duque ha sido incapaz de avanzar en tres años como presidente y que sus esfuerzos llegan demasiado poco y demasiado tarde. Las organizaciones de narcotraficantes han llenado los vacíos de poder dejados por el grupo rebelde de las FARC. Los líderes sociales, los defensores del medio ambiente y las comunidades indígenas están siendo desplazados, asesinados y amenazados en un número récord. Y las campañas de Duque para frenar la deforestación se centran demasiado en la lucha contra los niveles inferiores de las organizaciones criminales, en lugar de los financieros y ganaderos que están detrás de las operaciones.
Combinación de energías en Colombia
La electricidad es un bien que aporta un enorme valor a la vida moderna: desde tener luz por la noche hasta lavar la ropa, cocinar, hacer funcionar la maquinaria o conectarse con personas de todo el mundo. Muchos sostienen que es crucial para el alivio de la pobreza, el crecimiento económico y la mejora del nivel de vida.1
Disponer de combustibles y tecnologías limpias para cocinar -es decir, combustibles no sólidos como el gas natural, el etanol o incluso las tecnologías eléctricas- hace que estos procesos sean más eficientes, ahorrando tiempo y energía.
Pero también conlleva enormes beneficios para la salud. El uso de combustibles sólidos para cocinar -como el carbón vegetal, los residuos de las cosechas o el estiércol- es uno de los principales factores de riesgo de muerte y mala salud por la contaminación del aire en interiores.
Pero la combinación de energías -el equilibrio de las fuentes de energía en el suministro- es cada vez más importante, ya que los países intentan abandonar los combustibles fósiles y optar por fuentes de energía bajas en carbono (nucleares o renovables, como la hidroeléctrica, la solar y la eólica).
Pero la quema de combustibles fósiles – carbón, petróleo y gas – es responsable de unas tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. También son una fuente importante de contaminación atmosférica, responsable de al menos cinco millones de muertes prematuras cada año.
La vida en el subsuelo Geomicrobiología de las profundidades
Colombia tiene una capacidad instalada de 28,1 megavatios de energía renovable (excluyendo las grandes hidroeléctricas), que consiste principalmente en energía eólica. El país cuenta con importantes recursos eólicos y solares que no han sido explotados. Según un estudio del Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético (ESMAP) del Banco Mundial, la explotación del importante potencial eólico del país podría cubrir por sí sola más de las necesidades energéticas totales actuales[2].
Con el 70% de la generación de energía del país, la energía hidroeléctrica es una fuente de energía nacional muy importante. El potencial total de grandes centrales hidroeléctricas en Colombia se estima en 93GW, con 25GW adicionales de pequeñas centrales hidroeléctricas (<20MW)
El régimen eólico de Colombia es uno de los mejores de Sudamérica. Las regiones del norte de Colombia, como el departamento de la Guajira, han sido clasificadas con vientos de clase 7 (más de 10 metros por segundo (m/s)). La única otra región de América Latina con una clasificación de vientos tan alta es la región patagónica de Chile y Argentina[2].