Árbol de granadas
Si alguna vez le han desconcertado las granadas en la sección de productos agrícolas, no es el único. Los grandes frutos rojos pueden parecer extraños al principio, teniendo en cuenta que sus semillas son la parte que se puede comer. Sin embargo, la preparación de esta fruta otoñal es sorprendentemente fácil y merece la pena al cien por cien gracias a sus beneficios nutricionales. A continuación, conozca los beneficios para la salud de las semillas y el zumo de granada, y las mejores formas de consumirla en casa.
Originaria de Asia Central, la granada es una fruta de color rosa rojizo que crece en árboles frondosos, según un artículo de Frontiers in Pharmacology. Y aunque cortar una granada puede resultar intimidante, al abrirla encontrará varios “compartimentos” formados por un tejido blanco similar a una esponja. Cada compartimento está lleno de sacos carnosos comestibles llamados semillas, que tienen una textura jugosa y parecida a la pulpa. Cada semilla también está llena de muchas semillas diminutas comestibles, como señala la Universidad de Georgia. Estas semillas pueden disfrutarse tal cual o prensarse para liberar su jugo, que suele venderse en botellas. Por último, las granadas suelen alcanzar su punto álgido en septiembre y octubre, por lo que son un ingrediente habitual en las recetas de otoño.
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Las investigaciones respaldan algunas afirmaciones sobre la salud, pero también se han encontrado algunos problemas de seguridad. Este artículo examina la ciencia, los efectos secundarios y las interacciones negativas, además de cómo elegir, usar o incluso hacer su propio zumo de granada.
La granada es el fruto del árbol Punica granatum. El fruto en sí es amargo, por lo que sólo se comen las semillas. Una granada tiene casi 30 miligramos (mg) de vitamina C, lo que supone un 40% de la recomendación diaria.
Una revisión de estudios sugiere que la granada puede ayudar a combatir la inflamación crónica. Esto podría permitir su uso en afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la artritis reumatoide (AR). Sin embargo, se necesitan ensayos más amplios y mejor diseñados.
En un pequeño estudio, 30 personas utilizaron un enjuague dental de granada, un enjuague dental antiséptico o agua. Los investigadores descubrieron que la solución de granada funcionaba tan bien como la solución antiséptica. No tuvo efectos secundarios negativos.
Numerosas investigaciones han demostrado que el zumo de granada contiene muchos antioxidantes que ayudan a prevenir la inflamación del organismo. Por ejemplo, tiene muchos antioxidantes llamados polifenoles, que se sabe que combaten las moléculas inestables que pueden causar daños en las células y el ADN con el tiempo.
Además de estar repleto de antioxidantes, el zumo de granada está repleto de vitaminas. Nos referimos a la vitamina C, que ayuda a mantener los vasos sanguíneos, los huesos y los cartílagos en óptimas condiciones, así como a la vitamina K, que contribuye a la coagulación de la sangre y a la cicatrización de las heridas.
Debido a su potencia antioxidante, el zumo de granada puede reducir el colesterol si se consume regularmente. Esta bebida tiene más poder antioxidante que el té verde y que nuestra otra bebida roja favorita: el vino tinto.
Una buena salud del corazón significa buenos niveles de presión arterial, y los estudios han demostrado que el zumo de granada puede ser una ventaja a la hora de combatir las enfermedades del corazón. Un estudio descubrió que cinco onzas de zumo de granada tomadas diariamente reducían la presión arterial en personas con hipertensión en dos semanas.