Congelar alimentos
Puedes congelar cualquier tipo de leche láctea: desnatada, al 2%, entera, incluso nata. Cuanto mayor sea el contenido de grasa, más cambiará la leche tras la descongelación (la grasa se separará), pero un buen batido tras la descongelación la fijará para más usos.
Dependiendo del volumen, la leche puede tardar entre 8 y 48 horas en descongelarse. Si la has congelado en un envase de cartón o en una jarra, pon un plato o bandeja debajo para recoger cualquier líquido, por si acaso hay una nueva fuga en el envase.
Si la leche congelada tiene un alto contenido en grasa, ésta puede separarse una vez descongelada. No es algo que estemos acostumbrados a ver en la leche homogeneizada y puede ser desagradable si piensas utilizarla bebiendo la leche o echándola en los cereales o en el café.
Todo lo que tienes que hacer es verter un poco (aproximadamente 1/2 taza) de tu botella de plástico o cartón, para permitir la expansión, y luego ponerla en el congelador. La leche sólo debe congelarse durante unos 3 meses (Consejo: Utiliza un rotulador permanente para escribir la fecha en la que va al congelador).
Cuando quieras volver a utilizar la leche, vuelve a meter la botella o el cartón en el frigorífico durante 24 horas para que se descongele. Es posible que se separe un poco, así que agita enérgicamente el envase para asegurarte de que está suave y homogénea antes de usarla. Consuma la leche descongelada en un plazo de 3-4 días.
Nos pasa a todos: cogemos ese galón de leche, olvidando que vamos a salir de la ciudad y que no podremos consumirlo antes de volver. O tal vez se avecina una tormenta, o hay un problema de salud pública, lo que significa que es el momento de abastecerse de productos básicos. Así que si tienes una reserva de leche cuya fecha de caducidad se aproxima, tenemos una buena noticia: puedes congelar la leche. Sin embargo, la mejor manera de congelar un tipo de leche (con todos los diferentes porcentajes de grasa y opciones de leche no láctea) puede no ser la mejor para otro. Esto es lo que nuestra cocina de pruebas ha aprendido sobre la congelación de la leche.
Selecciona tarros de conserva específicamente aprobados para la congelación (esto está en el envase del tarro). Estos tarros Ball mason ($14, Target) son una buena opción. Utiliza sólo tarros de cristal de boca ancha, ya que los tarros con cuello (boca normal) son más propensos a agrietarse cuando la leche se expande. No llenes los tarros hasta arriba; deja una pulgada de espacio para la expansión.
Si tienes espacio en el congelador para el recipiente de un galón o medio galón que tengas a mano, puedes ponerlo en el congelador. Pero como en todas las opciones aquí, el recipiente no puede estar totalmente lleno. Lo mejor es abrir el recipiente y verter aproximadamente un centímetro de líquido para dejar espacio para la expansión.