Contenidos
Síntomas de la carencia de yodo
El yodo (I), un oligoelemento no metálico, es necesario para la síntesis de las hormonas tiroideas. La carencia de yodo es un importante problema de salud en gran parte del mundo. La mayor parte del yodo de la Tierra, en forma de ion yoduro (I-), se encuentra en los océanos, y el contenido de yodo en el suelo varía según la región. Cuanto más antigua sea la superficie de un suelo expuesto, más probable es que el yodo haya sido lixiviado por la erosión. Las regiones montañosas, como el Himalaya, el Atlas, los Andes y los Alpes; los valles fluviales inundados, como la llanura del río Ganges en la India; y muchas regiones del interior, como Asia central y África, Europa central y oriental, y la región del Medio Oeste de Norteamérica, se encuentran entre las zonas con mayor carencia de yodo del mundo (1).
El yodo es un componente esencial de las hormonas tiroideas, la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), y por lo tanto es esencial para la función tiroidea normal. Para satisfacer la demanda de hormonas tiroideas del organismo, la glándula tiroidea atrapa el yodo de la sangre y lo incorpora a la gran glicoproteína tiroglobulina (660 kDa). La hidrólisis de la tiroglobulina por las enzimas lisosomales da lugar a las hormonas tiroideas que se almacenan y se liberan en la circulación cuando se necesitan. En los tejidos diana, como el hígado y el cerebro, la T4 (la hormona tiroidea circulante más abundante) puede ser convertida en T3 por enzimas que contienen selenio y que se conocen como yodotironinas (DIO) (Figura 1; véase también Interacciones de los nutrientes). La T3 es la hormona tiroidea fisiológicamente activa que puede unirse a los receptores tiroideos en los núcleos de las células y regular la expresión genética. De este modo, las hormonas tiroideas regulan una serie de procesos fisiológicos, como el crecimiento, el desarrollo, el metabolismo y la función reproductiva (2).
Cuánto yodo al día
El yodo es un micronutriente esencial que desempeña un papel crucial en el metabolismo. Se oxida para producir hormonas tiroideas que contienen yodo. Las hormonas tiroideas son necesarias para controlar el crecimiento, el metabolismo y muchas otras funciones corporales. Son cruciales para el desarrollo del cerebro fetal y neonatal.
La carencia de yodo es un problema mundial reconocido desde hace tiempo y sigue siendo una de las principales causas de daños cerebrales prevenibles en el feto. La carencia de yodo durante el embarazo provoca hipotiroidismo y un deterioro del desarrollo neuroconductual del bebé.
Aunque las consecuencias de la carencia de yodo se reconocen desde hace años, no se ha hecho mucho hincapié en la prevalencia o las consecuencias del exceso de yodo. El yodo no se sintetiza en el cuerpo humano y debe obtenerse de los alimentos, los suplementos dietéticos, los medicamentos y los medios de contraste yodados. La cantidad dietética recomendada (RDA) para los adultos es de 150 microgramos/día, de 220 a 250 microgramos/día para las mujeres embarazadas y de 250 a 290 microgramos/día para las mujeres en periodo de lactancia. Se considera que hasta 1 mg/día es seguro para la mayoría de las personas. Las fuentes de exceso de yodo pueden proceder del consumo excesivo de sal yodada, agua potable, leche rica en yodo, ciertas algas marinas y suplementos dietéticos que contienen yodo. La ingestión de más de 1,1 miligramos/día de yodo puede ser perjudicial y provocar una toxicidad aguda y/o crónica.
El yodo hipotiroideo
también está disponible. Esta información es importante porque esta sustancia puede perjudicarle. Los efectos de la exposición a cualquier sustancia peligrosa dependen de la dosis, la duración, la forma de exposición, los rasgos y hábitos personales y la presencia de otras sustancias químicas. Para más información, llame al Centro de Información de la ATSDR al 1-800-232-4636.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) identifica los lugares con residuos peligrosos más graves del país. Estos sitios conforman la Lista Nacional de Prioridades (NPL) y son los sitios a los que se dirigen las actividades federales de limpieza a largo plazo. Se ha encontrado yodo en al menos 8 emplazamientos. Se ha encontrado yodo radiactivo en 9 emplazamientos, incluyendo yodo-129 (129I) en al menos 3 emplazamientos, y yodo-131 (131I) en al menos 6 emplazamientos de los 1.636 actuales o antiguos de la NPL. Sin embargo, se desconoce el número total de emplazamientos NPL evaluados en relación con el yodo. A medida que se evalúan más lugares, los lugares en los que se encuentra yodo pueden aumentar. Esta información es importante porque la exposición al yodo puede perjudicarle y porque estos lugares pueden ser fuentes de exposición.
Demasiado yodo
Datos humanos: Se ha informado que el trabajo era difícil pero posible a 0,15 a 0,2 ppm y que el trabajo era imposible a 0,3 ppm [Flury y Zernik 1931]. Se ha informado de que las exposiciones a 1 ppm son muy irritantes [Casarett 1975]. Se experimentó irritación ocular a 1,63 ppm después de 2 minutos [ACGIH 1980]. Se ha afirmado que los materiales que contienen yodo parecen ser más tóxicos que los materiales análogos que contienen bromo o cloro [OIT 1971]. Se ha informado que la dosis oral letal es de 2 a 3 gramos [Moore 1938]. [Nota: Una dosis oral de 2 a 3 gramos equivale a que un trabajador esté expuesto a 126 a 190 ppm durante 30 minutos, suponiendo una tasa de respiración de 50 litros por minuto y una absorción del 100%].
IDLH revisado: 2 ppm Base para el IDLH revisado: El IDLH revisado para el yodo es de 2 ppm, basado en datos de toxicidad aguda por inhalación en humanos [ACGIH 1980]. Este puede ser un valor conservador debido a la falta de datos relevantes de toxicidad aguda para trabajadores expuestos a concentraciones superiores a 2 ppm. Sin embargo, dado que se ha informado de que los materiales que contienen yodo son más tóxicos que los materiales que contienen bromo, es apropiado un IDLH revisado de 2 ppm para el yodo, ya que el IDLH revisado para el bromo es de 3 ppm.