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Cuándo empezar a usar jabón en el recién nacido
Un baño de dos a tres veces por semana es suficiente para mantener limpio a un recién nacido, siempre que se realice una limpieza adecuada durante el cambio de pañales y después de las tomas. Sin embargo, si a tu bebé le gusta mucho el baño, puedes bañarlo una vez al día. Un baño más frecuente puede resecar la piel del bebé.
A partir de los cuatro meses, cuando el bebé empiece a gatear y a comer alimentos sólidos, deberás bañarlo una o dos veces al día. No caigas en la tentación de superar los dos baños diarios, ya que un baño excesivo puede provocar sequedad en la piel y disminuir el número de bacterias naturales de la piel de tu bebé. Esto, a su vez, puede aumentar el riesgo de que desarrolle un eczema más adelante en la infancia.
Muchas autoridades de la crianza de los hijos animan a bañar a los bebés juntos como una oportunidad más para el beneficioso contacto piel con piel. Los estudios han demostrado que el contacto piel con piel mejora el éxito de la lactancia materna, ayuda a disminuir el llanto del bebé e incluso contribuye a mantener sus niveles de azúcar en sangre y su temperatura.
A medida que el bebé crece, el baño puede convertirse en una experiencia de aprendizaje multisensorial. Puedes introducir juguetes de baño que chirrían y explorar las sensaciones táctiles con las burbujas y el agua que se vierte. Es el escenario perfecto para una lección de anatomía básica: pídele a tu pequeño que te enseñe los dedos de los pies, la nariz y las orejas… ¡Y que fluyan los momentos de diversión!
Envolver al bebé
Es importante tener en cuenta la seguridad a la hora del baño. Los bebés y los niños pequeños nunca deben dejarse sin vigilancia en la bañera, ni siquiera un minuto (Public Health England, 2015). Aquí tienes algunos consejos para la hora del baño:
Puede que te resulte útil asistir a uno de nuestros grupos Early Days, ya que te dan la oportunidad de explorar diferentes enfoques sobre cuestiones importantes de la crianza de los hijos con un líder de grupo cualificado y otros nuevos padres de tu zona.
NICE. (2006) Cuidados postnatales hasta 8 semanas después del nacimiento. Disponible en: https://www.nice.org.uk/guidance/cg37/resources/postnatal-care-up-to-8-weeks-after-birth-pdf-975391596997 [Consultado el 11 de octubre de 2017].
Public Health England. (2015) El ahogamiento en las bañeras es un riesgo para los niños pequeños, advierte PHE. Disponible en: https://www.gov.uk/government/news/drowning-in-baths-a-risk-for-young-children-warns-phe [Consultado el 11 de octubre de 2017].
Recomendaciones para el sueño del bebé
No es necesario que bañes a tu bebé todos los días, pero debes lavarle la cara, el cuello, las manos y el culito con cuidado todos los días. Esto se llama a menudo “bañar y dar de comer”. Elige una hora en la que tu bebé esté despierto y contento. Asegúrate de que la habitación esté caliente. Prepara todo de antemano.
No bañes a tu bebé justo después de una toma o cuando tenga hambre o esté cansado. Es una buena idea bañar al bebé al final del día. Esto ayuda a establecer una rutina a la hora de dormir. Asegúrate de que la habitación está caliente. Ten a mano todo lo que necesites: una bañera o un recipiente para lavar al bebé lleno de agua caliente, una toalla, jabón, loción o champú para bebés, un pañal limpio, ropa limpia y una bayeta.
Envolver al bebé
Puede que a tu bebé le encante chapotear en el agua, pero hay que seguir algunas reglas importantes para que la hora del baño sea segura además de divertida. La primera regla, y la más importante, es no dejar nunca al bebé solo en la bañera.
Sigue leyendo para conocer más consejos sobre cómo mantener a tu bebé limpio y seguro. ¿Cuál es la temperatura adecuada del agua para el baño de mi bebé? Asegúrate de que el agua de la bañera está cómodamente templada, pero no caliente, antes de meter a tu bebé. Pon primero agua fría en la bañera y luego añade el agua caliente (CAPT nd a, ROSPA 2017).
Mezcla bien el agua para asegurarte de que no hay puntos calientes. Esto reducirá el riesgo de escaldar a tu bebé. Nunca pongas a tu bebé en la bañera cuando el agua aún está corriendo. La temperatura del agua puede cambiar rápidamente y un niño puede escaldarse en tan solo un segundo tras tocar el agua a 60 grados C (NSPCC 2012).
Puedes comprar un termómetro para comprobar la temperatura del agua del baño. Algunos termómetros son también un divertido juguete de baño o una pieza de equipamiento de baño, como una alfombrilla antideslizante. El baño de tu bebé debe tener entre 37 y 38 grados centígrados, que es la temperatura corporal.