¿Qué es bueno para hidratar a un niño?

Signos de deshidratación en los niños pequeños

Beber suficiente agua puede parecer una simple tarea diaria, pero las consecuencias de no beber lo suficiente pueden ser graves. La deshidratación puede provocar complicaciones como diarrea, vómitos, fiebre, fatiga, dolor de cabeza y desmayos. El cuerpo de los niños no es tan eficiente para enfriarse como el de los adultos, lo que les hace más propensos a la deshidratación. Su riesgo de deshidratación también aumenta a medida que suben las temperaturas. Una hidratación adecuada es la clave para ayudar a su hijo a evitar las enfermedades relacionadas con el calor y las complicaciones de salud.

La cantidad de agua que debe beber un niño puede variar en función de la edad, el peso, el nivel de actividad y las condiciones meteorológicas. Sin embargo, una regla general es tomar la mitad del peso de su hijo (hasta 100 libras) – y ese es el número de onzas de agua que debe beber cada día (por ejemplo, un niño de 80 libras debe beber 40 onzas de agua).

Cómo mantener a mi hijo hidratado cuando vomita

El cuerpo necesita tener suficiente líquido para poder funcionar de forma óptima. Los niños corren el riesgo de deshidratarse, especialmente cuando hace calor y cuando hacen ejercicio. Cuando sienten sed, probablemente ya están deshidratados, por lo que los padres y cuidadores deben asegurarse de que beben lo suficiente.

Si tu hijo está deshidratado, dale de beber más líquido. Lo mejor es el agua. Esto es especialmente importante cuando hace calor y cuando hace ejercicio. Anime a su hijo a beber antes, durante y después del ejercicio.

Si está enfermo, intente que beba 1 vaso (250 ml) de agua por hora durante 4 horas. Si tiene vómitos o diarrea, prueba con bebidas rehidratantes para niños, que puedes comprar en tu farmacia.

Formas creativas de hidratar a los niños pequeños

Hay muchas razones por las que los niños pueden secarse o deshidratarse. Un niño puede perder demasiado líquido del cuerpo a causa de la diarrea, los vómitos o la fiebre. Si el niño tiene llagas en la boca o dolor de barriga, puede negarse a beber lo suficiente. Los bebés y los niños más pequeños corren mayor riesgo.

Deshidratarse puede ser peligroso para los bebés y los niños pequeños. Es posible que no reciban suficientes electrolitos (sales) necesarios para que su cuerpo funcione correctamente. Si no se reponen los líquidos, el niño puede necesitar una vía intravenosa (líquido administrado directamente a través de un tubo de plástico en la vena o por vía intravenosa) para rehidratarlo. No creemos que su hijo necesite una vía intravenosa en este momento.

Es posible que su hijo necesite beber una SRO (solución de rehidratación oral) como Pedialyte® para ayudar a prevenir la deshidratación. Una SRO sustituye los electrolitos y los líquidos que su hijo necesita. No se deben utilizar bebidas deportivas ni remedios caseros en su lugar. Las SRO de la tienda son tan buenas como las de marca. Puede comprar las SRO en forma de líquido o polvo o en forma de polos en la mayoría de las farmacias sin necesidad de receta médica.

Cómo mantener hidratado a un niño de 1 año cuando está enfermo

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a tu familia a elegir el agua.¿Cuánta agua necesitan los niños? Alrededor de los 6 meses, los bebés pueden empezar a beber agua. Sólo necesitan entre 4 y 8 onzas al día hasta el año de edad, ya que el resto de sus líquidos provienen de la leche materna o de la fórmula. Para mantenerse bien hidratados, los niños de 1 a 3 años necesitan aproximadamente 4 tazas de bebidas al día, incluyendo agua o leche. Esta cifra aumenta en los niños mayores, hasta alrededor de 5 tazas en el caso de los niños de 4 a 8 años, y de 7 a 8 tazas en el caso de los niños mayores. Hay que tener en cuenta que estas

cantidades varían en función de cada persona y puede ser necesario ajustarlas según el nivel de actividad y las condiciones ambientales, como el calor y la humedad. Cómo ayudar a tu familia a elegir el agua¡El agua no tiene por qué ser aburrida! Hay muchas formas de animar a todos los miembros de la familia a beber de forma saludable y a mantenerse hidratados durante el día. Ser tú mismo un buen modelo a seguir es una forma estupenda de ayudar a que el agua forme parte de la rutina de tus hijos y de que adquieran el hábito de beber agua antes de tener sed. El agua y la leche son todas las bebidas que necesitan los niños. Así que no te creas todo el bombo y platillo que rodea a muchas de las otras bebidas que se comercializan para los niños. Suelen contener más azúcar de la que los niños necesitan al día y pueden contribuir a una mala salud. Esto es lo que hay que evitar:Señales de deshidrataciónIncluso con los mejores hábitos e intenciones, pueden surgir problemas. Es importante conocer los signos de