¿Por qué mi bebé es muy activo?

8

¿Recuerdas cuando estabas embarazada y sentiste por primera vez el aleteo de las patadas de tu bebé? Era la emoción más increíble. A medida que pasaba el tiempo y percibías constantemente el revoloteo y el giro que se producía detrás de tu vientre, pensaste: “Hmmm… uno muy activo”.

Lo más probable es que tu bebé no fuera más activo que la media en el útero. Los giros y volteretas que da el feto dentro del vientre de mamá son útiles para el desarrollo de las neuronas del cerebro, el cableado que hace funcionar el sistema nervioso.

Pero lo que ocurre más tarde, cuando el bebé ya ha nacido, crece y se mueve, puede empezar a indicar un temperamento hiperactivo. Los padres pueden considerar que los pequeños que gatean y no parecen detenerse nunca, prestan poca atención cuando un adulto les habla y apenas se quedan quietos para jugar con sus juguetes son demasiado activos. Algunos niños se suben a cualquier mueble disponible y adoptan posiciones precarias en superficies altas, lo que hace que la madre sienta que el corazón se le va a salir de la garganta.

Por muchas razones, estos niños que causan pánico son más activos que la mayoría. Y aunque no hay un niño “equivocado”, y ser un niño pequeño activo no es necesariamente un “problema”, puede sentar las bases para importantes retos de crianza.

2

Cada embarazo es único. No hay un número determinado de movimientos o patadas que debas sentir, así que es poco probable que tu bebé se mueva “demasiado”. En su lugar, intenta conocer los patrones de movimiento individuales de tu bebé.

Muchas mujeres sienten que su bebé se mueve más cuando están en la cama por la noche. Esto es perfectamente normal, así que intenta relajarte lo mejor que puedas. Si se mueve demasiado para que puedas dormir, puedes levantarte y balancear tu cuerpo durante unos minutos para animarle a calmarse.

Tu bebé también tendrá menos espacio para moverse hacia el final del embarazo. Es posible que el número de movimientos que sientas se estabilice en torno a la semana 32, pero deberían seguir siendo regulares hasta que te pongas de parto. Sin embargo, si el bebé se vuelve más activo en esta fase, no suele ser motivo de preocupación.

Si no es tu primer bebé, es posible que notes los movimientos de tu bebé antes y con más frecuencia. Esto puede hacerte sentir que se mueve más de lo que debería, pero ten por seguro que la mayoría de las mamás sienten más movimientos la segunda vez.

Barriga que da patadas al bebé

Cada embarazo es diferente. No hay un número determinado de movimientos o patadas que debas sentir, así que es poco probable que tu bebé se mueva demasiado. En cambio, trata de sintonizar con la forma en que tu bebé se mueve a diario. Conocer su patrón habitual te ayudará a ser más consciente de cualquier cambio.

Aunque es poco probable que un bebé muy activo sea un signo de que algo va mal, debes informar a tu matrona inmediatamente si notas algún movimiento inesperado y vigoroso, o si hay un aumento o disminución repentina de los movimientos de tu bebé.

Es posible que haya momentos del día en los que el bebé esté más activo. Muchas mujeres notan que su bebé se mueve más cuando están en la cama por la noche. Esto es perfectamente normal, así que intenta relajarte lo mejor que puedas. Si se mueve demasiado para que puedas dormir, puedes levantarte y moverte durante unos minutos para animarle a que se calme.

Tu bebé también tendrá menos espacio para moverse hacia el final del embarazo. Es posible que el número de movimientos que sientas se mantenga igual a partir de la semana 32, pero deberían seguir siendo regulares hasta que te pongas de parto. Sin embargo, si se vuelve más activo en esta fase, no suele ser motivo de preocupación.

El bebé se balancea sobre las manos y las rodillas

El cerebro de un bebé crece con mayor rapidez en los primeros doce meses de vida y es un periodo crítico para el aprendizaje. Las investigaciones han demostrado que la estimulación correcta de los bebés puede influir en su comportamiento, su lectura y su aprendizaje cuando llegan a la escuela. Además, mejoran la confianza, la comunicación y las habilidades de socialización.

Durante este primer año, el cerebro crece de forma espectacular, produciendo miles de millones de células y cientos de billones de conexiones entre ellas. De hecho, el cerebro de un bebé crece en un 64%, alcanzando más de la mitad de su tamaño adulto en los tres primeros meses1.

Está demostrado que durante estos primeros años de vida se establece gran parte del “cableado” esencial vinculado al aprendizaje. Las investigaciones sobre el desarrollo del cerebro muestran claramente que el éxito escolar del niño se establece en los primeros años de vida.

Lo que no se sabe muy bien es hasta qué punto los padres pueden influir en el número de conexiones neuronales que establecen sus bebés activos y la consiguiente solidez de sus bases para el aprendizaje.