¿Cómo se produce la hidrocefalia en el embarazo?

Genética de la hidrocefalia

Durante el desarrollo prenatal, el cerebro comienza como una estructura tubular. A medida que crece, el tubo interior permanece y se convierte en una serie de cavidades interconectadas conocidas como ventrículos. Dentro de los ventrículos, el plexo coroideo produce líquido cefalorraquídeo (LCR) a partir de la sexta semana de gestación. En el periodo neonatal, se producen aproximadamente 300-500 cc de LCR al día.

El LCR fluye a través de una serie de aberturas o forámenes en el cerebro y sale al espacio subaracnoideo donde es reabsorbido por el sistema venoso. Si las vías del LCR están obstruidas u obliteradas por anomalías del desarrollo o adquiridas, el LCR se acumula bajo presión dentro del sistema ventricular. Los ventrículos comienzan a dilatarse, provocando el adelgazamiento y el estiramiento del manto cerebral. Esta situación se denomina hidrocefalia.

La hidrocefalia es una de las anomalías congénitas más comunes que afectan al sistema nervioso, con una incidencia de 0,3 a 2,5 por cada 1.000 nacidos vivos. Tradicionalmente, la hidrocefalia se detecta y se trata después del nacimiento con un procedimiento de derivación. Sin embargo, con la llegada de la ecografía prenatal de alta calidad, el agrandamiento ventricular se diagnostica ahora de forma rutinaria en el útero. Este conocimiento ha facilitado la atención obstétrica, pero supone una fuente de incertidumbre para las familias y un reto para el equipo que asesora a los padres sobre el pronóstico del feto.

Tratamiento de la hidrocefalia

Durante el desarrollo prenatal, el cerebro comienza como una estructura tubular. A medida que crece, el tubo interior permanece y se convierte en una serie de cavidades interconectadas conocidas como ventrículos. Dentro de los ventrículos, el plexo coroideo produce líquido cefalorraquídeo (LCR) a partir de la sexta semana de gestación. En el periodo neonatal, se producen aproximadamente 300-500 cc de LCR al día.

El LCR fluye a través de una serie de aberturas o forámenes en el cerebro y sale al espacio subaracnoideo donde es reabsorbido por el sistema venoso. Si las vías del LCR están obstruidas u obliteradas por anomalías del desarrollo o adquiridas, el LCR se acumula bajo presión dentro del sistema ventricular. Los ventrículos comienzan a dilatarse, provocando el adelgazamiento y el estiramiento del manto cerebral. Esta situación se denomina hidrocefalia.

La hidrocefalia es una de las anomalías congénitas más comunes que afectan al sistema nervioso, con una incidencia de 0,3 a 2,5 por cada 1.000 nacidos vivos. Tradicionalmente, la hidrocefalia se detecta y se trata después del nacimiento con un procedimiento de derivación. Sin embargo, con la llegada de la ecografía prenatal de alta calidad, el agrandamiento ventricular se diagnostica ahora de forma rutinaria en el útero. Este conocimiento ha facilitado la atención obstétrica, pero supone una fuente de incertidumbre para las familias y un reto para el equipo que asesora a los padres sobre el pronóstico del feto.

Ventriculomegalia limítrofe en el feto

El cerebro y la médula espinal están rodeados de líquido cefalorraquídeo. Las pequeñas cámaras del cerebro se llaman ventrículos. Normalmente, el líquido cefalorraquídeo se produce principalmente en los dos ventrículos laterales. Después, el líquido cefalorraquídeo drena a través del tercer y cuarto ventrículos y circula por el cerebro y la médula espinal.

Este líquido cefalorraquídeo actúa como un cojín para el cerebro y es reabsorbido por la membrana que lo recubre. Con la hidrocefalia, el líquido cefalorraquídeo se acumula en los ventrículos, lo que hace que se expandan y empujen el cerebro circundante.

Este aumento de tamaño de los ventrículos puede denominarse ventriculomegalia. La ventriculomegalia se produce cuando los dos ventrículos laterales tienen una anchura superior a 1 cm pero inferior a 1,5 cm. A veces la ventriculomegalia retrocede o vuelve a su tamaño normal y no hay ningún problema a largo plazo. La hidrocefalia se produce cuando los dos ventrículos laterales tienen una anchura superior a 1,5 cm. Los ventrículos pueden llenarse hasta tal punto que el tamaño de la cabeza del feto aumenta.

Pronóstico de la hidrocefalia fetal

La hidrocefalia, o “agua en el cerebro”, es una afección asociada a la acumulación de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro o a su alrededor. Si no se trata, puede provocar el estiramiento del tejido cerebral, lo que afecta significativamente al crecimiento y desarrollo de su hijo.

El SSM Health Cardinal Glennon St. Louis Fetal Care Institute cuenta con uno de los equipos más experimentados del país en el tratamiento de la hidrocefalia. Estamos especialmente capacitados para diagnosticar esta afección incluso antes de que el bebé nazca, y podemos tratar a los recién nacidos mediante técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas.

La hidrocefalia suele ser congénita, es decir, los bebés nacen con ella, pero los bebés y los niños también pueden desarrollarla. No existe una causa específica de la hidrocefalia congénita. Sin embargo, puede estar relacionada con un defecto genético o ser el resultado de otro trastorno, como la espina bífida o el encefalocele (protuberancias en forma de saco en el cerebro).

La hidrocefalia suele detectarse mediante una ecografía prenatal entre las semanas 15 y 35 de gestación. Nuestros especialistas pueden confirmar este diagnóstico con un examen de resonancia magnética fetal, que proporciona imágenes más detalladas del cerebro.